jueves, junio 27, 2013

La Estafa de Ono (I)

Entre tanto político corrupto y medio de comunicación inútil espero se me permita pasar a relatar los siguientes hechos alejados de lo anterior. Aquí advierto al posible lector de que el siguiente texto es un relato de horror, lleno de personajes bizarros y situaciones de locura lovecraftiana no apto para todos los públicos, así que siga bajo su responsabilidad la siguiente sucesión de desventuras:
 
19 de junio del 2013
 Procedo a registrarme en la web de Ono para solicitar un cambio de domicilio porque nos mudamos al piso de arriba, y compruebo asombrado que tengo un "ofertón" en el que se me han dado +15 megas de velocidad a cambio de una permanencia hasta el 17 de diciembre del 2013. Yo, bastante asombrado porque tengo alergia a cualquier compromiso, pongo mi primera queja en la web de Ono (Id. 34981878) y decido llamar mañana a ver en qué lío me he metido...
 
20 de junio del 2013
Llamo a Ono y tras muchos intentos de razonar con una máquina, hacia las 10:57 se me pasa con lo que parece un ser humano (de nombre Adriana y de apellido Ocampo). Digo que "parece" porque no muestra ninguna capacidad intelectual de raciocinio, pues intento hacerle comprender que hay un error y ella insiste en que di mi consentimiento a aceptar la "megaoferta" el 17 de diciembre del 2012. Sabedor de que las únicas frases que gasto con cualquiera que intente venderme algo son "no me interesa", "sólo quiero lo que tengo" o "si es lo que tengo bien, si no, pues no me interesa", intento una vez más hacer entrar en razón a aquel ser anómalo diciéndole que me pase el contrato donde he firmado eso o la grabación donde se me informa de la "oferta" y yo doy mi orgásmico consentimiento. Aquel ser inclasificable sigue con su discurso inamovible de que mi consentimiento está grabado, pero no puede darme la grabación. Sin embargo, me indica que puedo enviar un correo con una fotocopia de mi DNI y una solicitud para que me envíen una copia de esa grabación. Entre temblores característicos de quien está en contacto con seres de otro mundo, apunto las señas y me atrevo a solicitar: "Pues muy bien, ahora mismo me cago en vosotros por intentar estafarme, me doy de baja y pago el compromiso de permanencia. Y luego vemos que en la grabación, de existir, se oye claramente que yo nunca acepté nada".
 
 Ay, pobre de mí, a pesar de la distancia que imagino nos separaba el medio telefónico pude apreciar la increible transformación que sufría el interlocutor al otro lado del teléfono. "NO", exclamó en un berrido de ultratumba,"tenemos grabado tu consentimiento y de todas formas esos 90 euros no los devolvemos. NUNCA".
 
 Aún con los calzoncillos manchados por tan tremenda experiencia, añado unas cuantas quejas más en la web de Ono (Id. 35008902, 35913806) solicitando el cese inmediato y el contrato de permanencia que lo pague el comercial que me la intentó colar, que son igualmente cerradas sin solución. A las 13.59 horas me llaman de Ono, en esta ocasión es un ser que responde al nombre de Lady y apellido Castro (si, acongojados lectores, han leído bien). Pues bien, este ser parece menos belicoso que el anterior y me pide disculpas, intenta hacerme "cliente preferente" con una nueva "megaoferta" (en donde uso las únicas 3 frases ya mencionadas que conozco para estos casos) y le solicito información sobre la supuesta aceptación de la "megaoferta" anterior. Aquí se produce una nueva perturbación de la realidad ya que me afirma a la vez que mi contrato es incorrecto pero que no sólo acepté la oferta sino que la pedí yo... Consigo sacar fuerzas para reponerme y le comunico mi intención de darme de baja inmediatamente por estafa pero Lady Castro afirma que el compromiso lo tengo que pagar igual (sin contrato ni nada).
 
Afectado por la anormalidad galopante que impera en el servicio de "atención" al cliente de Ono, me entretengo poniendo más quejas en la web de Ono (Id. 35014211, 35014898, 35042424) que un bot va cerrándome sin solucionar nada.
 
Recuperado del shock, me arrastro entre temblores y arcadas a la tienda física más próxima de Ono a por una Hoja de Reclamaciones, y aprovecho para solicitar mediante carta la fraudulenta grabación. Relleno la hoja exponiendo lo que ha pasado y exigiendo el cese total del servicio de Ono por intentar estafarme, y el compromiso de permanencia que lo metan donde les quepa.
 
21, 22 y 23 de junio del 2013
Sigo rellenando quejas en la web de Ono (Id. 35047349, 35051173, 35060843) que se cierran automáticamente y me acosan por teléfono seres extraños que tienen problemas de dicción hasta el punto de no entender lo que intentan decirme.
 
24 de junio del 2013
Presento la Hoja de Reclamaciones en Consumo, y a la señora que me atiende le pido consejo. Ésta me dice que he hecho bien, pero que mejor no deje de pagar nada porque me pondrán en una Lista de Morosos y me acosarán telefónicamente. Respecto a la supuesta grabación, me informa de que nunca se la dan ni a ellos, y sólo la darían (si existe) ante la petición de un juez. Parece ser que todo ésto es legal y legítimo, para que luego nos quejemos de los políticos...
 
25 y 26 de junio del 2013
Pongo más reclamaciones en la web para entretenerme (Id. 35066820, 35100194, 35047349) que se van cerrando automáticamente. El asalto telefónico de seres del inframundo incapaces de vocalizar continúa, y mi denuncia en Consumo también.
 
27 de junio del 2013
Observo este texto en un lugar semicamuflado de la factura de mayo de Ono: "A partir el 01/07/2013, las llamadas a números geográficos utilizados para reencaminamiento de llamadas se tarificarán al siguiente precio: establecimiento :0,0833€ y precio/min: 0,0324€/min., quedando por tanto fuera de la tarifa plana o cualquier otro módulo de ahorro actual o futuro. Tarificación por segundos. Precio sin IVA (21%) ni IGIC (7%). Te recordamos que tienes derecho a terminar anticipadamente el contrato sin penalización alguna, de conformidad con la legislación vigente, si no estás de acuerdo con las nuevas condiciones". Ni corto ni perezoso, juzgo inadmisibles estas nuevas condiciones y mando a ono@ono.essoporte.online@ono.es el siguiente escrito (lo copio aquí para que el lector juzgue por sí mismo si me expreso con alguna dificultad o hay algún punto difuso en el texto):
 
"Yo, XXXXXXXXXX (DNI: XXXXXXXX; Identificador de Cliente: XXXXXXX) solicito la terminación anticipada del contrato por la modificación unilateral llevada a cabo del mismo por parte de Ono (adjunto factura).
 Según informa Ono en su factura (XXXXXXXXX): "A partir el 01/07/2013, las llamadas a números geográficos utilizados para reencaminamiento de llamadas se tarificarán al siguiente precio: establecimiento :0,0833€ y precio/min: 0,0324€/min., quedando por tanto fuera de la tarifa plana o cualquier otro módulo de ahorro actual o futuro. Tarificación por segundos. Precio sin IVA (21%) ni IGIC (7%). Te recordamos que tienes derecho a terminar anticipadamente el contrato sin penalización alguna, de conformidad con la legislación vigente, si no estás de acuerdo con las nuevas condiciones."
 Así que, repito, solicito a fecha de hoy (26 de junio del 2013) la terminación anticipada del contrato sin penalización alguna por no estar de acuerdo con las nuevas condiciones y el reembolso de cualquier cobro anticipado que se me haya efectuado.
 He intentado solicitar la baja mediante el número gratuito y el 902 correspondiente sin ningún resultado apreciable, así que les remito mi solicitud a esta dirección de correo suponiendo que lo reciba gente capacitada. Entiendo que han de enviarme una confirmación y un Número de Seguimiento/Identificador de esta solicitud y la terminación será efectiva en 2 días (28 de junio del 2013).
Atentamente: XXXXXXXXXXX"
 
De nuevo me llaman de Ono. En esta ocasión, parece una chica simpática que me pregunta por los motivos de la baja. Le informo, literalmente, de que "no estoy de acuerdo con las nuevas condiciones que se aplicarán el 01/07/2013" y va a darme de baja. Pero aquí vuelve el horror, oh, el horror... "¿Sabe que si le damos de baja tendré que cobrarle 90 euros?", me comunica el extraño ser. Intento explicarle lo mejor que puedo que, según informan ELLOS, puedo darme de baja sin penalización al cambiar ellos las condiciones. Pero este engendro no parece saber ni de lo que hablo, y además afirma que ella no tiene acceso al correo que acabo de mandarles, así que mejor que solicite la baja en una tienda física con una copia de la factura en cuestión. Me guardo las ganas de cagarme en su puta madre, pues entiendo que estos seres de anormalidad extrema están sujetos a un contrato de esclavitud en el que tienen que tratar a los usuarios como mierda pura. Envío a las mismas direcciones el siguiente correo (de nuevo incluido aquí para que el aterrorizado lector pueda juzgar si hay algún punto difuso o incomprensible):
 
"Vamos a ver, no soy un diplomado en escritura ni un premio cervantes, pero considero que el correo que os he enviado (y que reenvío aquí) es bastante claro, simple y concreto: se me anuncia en una factura (que aquí adjunto) que las condiciones han cambiado y que PUEDO DARME DE BAJA SIN PENALIZACIÓN si no estoy de acuerdo con ellas. Así que les informo que, según VUESTRA propia información, NO ESTOY DE ACUERDO CON ELLAS Y SOLICITO LA FINALIZACIÓN DE CONTRATO SIN PENALIZACIÓN.
  Pues nada, se han puesto en contacto conmigo para darme de baja CON PENALIZACIÓN porque parece ser que no "les consta" lo que dice la legislación vigente (a pesar de anunciarlo en la factura). A ver, ¿La inutilidad galopante que hay en vuestro servicio de atención al cliente no se limita a esa sección? ¿No se ha entendido, tras un e-mails en perfecto castellano y con una copia de vuestra propia factura, que quiero usar MI DERECHO SEGÚN LA LEGISLACIÓN VIGENTE a darme de baja sin penalización al haber cambiado las condiciones? ¿Tengo que poneros mi tercera denuncia ante Consumo para que me tratéis como a un ser humano y no como a una mierda?
 Os pego aquí mi anterior correo, por si tras leer estas palabras lo entendéis mejor:"
 
  Me encamino a la tienda física con todos los papeles que puedo, le informo a la chica que hay ahí y me mira con los ojos desencajados. Al final parece recuperar la compostura, me informa que ahí no hacen bajas y me da un teléfono en el que me dice que insista en que quiero la baja. Su mirada de no entender nada de lo que está pasando me conmueve y me salgo de allí sin matar a nadie...
 
 Llamo a ese teléfono y tras pelear de nuevo con una máquina, me ponen con alguien. En esta ocasión el surrealistmo toma tintes buñuelescos y la criatura pasa de amenazas como "pero te quedarás sin número de teléfono" o "pues he visto todas tus llamadas y esas modificaciones no te afectan" a interrupciones constantes mientras va a consultar la siguiente mentira que me ha de soltar. Incluso intenta mezclar todas las quejas de las que han pasado hasta ahora con mi nueva solicitud. Ahí ya no tengo más remedio que interrumpir el torrente de desvaríos para hacerle notar que mis quejas pasadas ya han sido puestas en Consumo y que ahora pido la baja por no aceptar las nuevas condiciones (como bien indican ellos en su factura). Total, que el abyecto ser me la intenta colar de nuevo diciendo que me va a hacer una grabación en la que me niego a que me den de baja (¡¿?). Aquí vuelvo a sacar fuerzas de no sé donde y le indico claramente: "A ver, so puta, lo que tienes que hacer es darme de baja porque no estoy de acuerdo con las nuevas condiciones y no cobrarme una mierda según me ampara la legislación vigente, como bien indicáis en la factura" (lo de "so puta" es un añadido mío a posteriori para darle empaque al asunto, claro). A lo que este ser tan inútil como todos los anteriores me dice que bien, que ahora me pasa con quejas... ¡Y me vuelve a poner con otro de esos seres que no son capaces de vocalizar las palabras y que no sabía ni lo que le estaba contando!

 Si se sienten con valor, pronto llegará la segunda parte de tan extraordinario caso...

4 comentarios:

  1. Anónimo2:43 p. m.

    La próxima vez no uses blanco sobre negro no he podido pasar de la 2 línea ...

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  2. Bajas por correo certificado, siempre. Con copia de la factura indicando que puedes darte de baja si no estas de acuerdo. Ahí si que puedes dejar de pagar.
    Inmediatamente después, el día que te pasen el cargo, si lo hacen, carta administrativa a consumo/oficina de atención al usuario de las telecomunicaciones del ministerio (dependiendo de si están adscritos a consumo o no, pues consumo es más rápido), y verás que rápido se les pasan los rollos. Además, será lo mejor para tu salud mental.

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  3. Anónimo7:14 p. m.


    Sé que corro el riesgo de acabar como un personaje de Lovecraft, pero ¿para cuándo la parte II?
    (Montblanc)

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  4. Anónimo10:25 p. m.

    20 dias me quedan a mi para que termine mi permanencia y poder mandar a tomar por culo a los señores de ONO.

    Permanencia conseguida gracias a que un amable teleoperador que me renegocio el contrato me puso lo que le salio del haba, acabe pagando mas de lo que tenia antes de la oferta y no hubo forma de conseguir la grabacion.

    Putas compañias telefonicas, ardereis en el infierno 4EVER

    (Bryan_Fury)

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